Si tienes que brillar, que no sea por tu vestido.

Me hubiera gustado ver a un Carlos Sobera envuelto en Swarovski y sobre todo, me hubiera gustado ver los comentarios al respecto. Nos parecería gracioso, nunca obsceno. 
Me hubiera gustado que fuerais capaces de ver más allá de vuestras narices
Me hubiera gustado que por cada insulto os hubierais comido una uva. Un sin fin de uvas.

Acabamos de recibir el año nuevo. Nos encontramos ya en el 2016 nada menos y aun así, no hemos salido de las cavernas como quien dice. Supongo que ya sabéis de lo que hablo: Cristina Pedroche, mujer y quizás objeto, 'cacho de carne con diamantes' o directamente 'guarra' como se ha podido leer varias veces en las redes sociales. Ella afirma: 'Que me critiquen, ni Antena 3 me obliga ni es machista'. En lo primero estoy de acuerdo, en lo segundo ya no tanto y en lo tercero...

¿De verdad no es machista, Cristina Pedroche, que tú decidas vestirte como te de la gana aun estando a 0ºC en un balcón en plena Puerta del Sol y que tengas que soportar burlas y críticas sobre tu cuerpo y tu persona y lo aceptes como algo normal? ¿No te has sentido ni por un segundo como objeto de entretenimiento? Y ya no sólo por tu forma de vestir, si no por tus comentarios, has sido alimento claro de estereotipos. Y has sido la elegida perfecta para favorecer la audiencia de tu cadena. Porque aunque tú hayas decidido ponerte ese vestido, los de arriba te han utilizado. 
Es machista y mucho. Porque tenemos normalizado como algo malo que una mujer enseñe su cuerpo. Porque vivimos en una sociedad machista que culpa a la mujer por enseñar su cuerpo, llevar un escote de infarto, enseñar una pierna o la estupidez de que se trasparenten unas bragas. El caso es culparnos a nostras de todo. 

Supongo que la gran mayoría haríais zapping por otras cadenas de tv y como expertos en moda y y últimas tendencias, criticaríais también la capa de Ramón García. Ah, que no. 
¿Y Telecinco? ¿No usó los desnudos para las campanadas? ¿Por qué no hemos sido tan duros en este caso? Espera, que como incluimos a un hombre sin camiseta entre tres mujeres con lencería fina roja ya nos nos choca tanto. Porque si fueran tres presentadoras en ropa interior roja, serían más o menos lo mismo que Cristina Pedroche. Pero incluir entre medias- y nunca mejor dicho- a un chico en calzoncillos nos hace ser menos machistas ¿verdad?. ''Qué bueno está Pelayo sin camiseta'', ''Pedroche guarra, tendrían que violarte entre campanada y campanada''. ¿Veis la diferencia? Sigamos fomentando la violencia de género, la cosificación y la hipersexualización de la mujer, sigamos. 
No sé vosotros, pero yo en esta fotografía veo seis mujeres IGUALES.

¿Hace mejor su trabajo Anne Igartiburu por ir un poco más tapada que las demás? ¿Influye la ropa en el conocimiento? Nadie estaba interesado en cómo lo haría, en cómo presentaría las campanadas. Todo estaba centrado en un poco de tela. 
Y lo mejor de todo esto, es el sentimiento de culpa que se supone que Pedroche tiene que sentir ahora mismo. Ha sido criticada por vestir como le de la gana. Y así funciona el patriarcado: cosificación y culpabilización. 
¿Acaso las tías no salimos en Noche Vieja con medias y vestidos que abrigan nada y menos? ¿Alguien nos obliga a ir así? No, pero lo tenemos interiorizado. Porque si viéramos en la discoteca a una tía en vaqueros y camiseta de manga corta en la noche de Año Nuevo haríamos lo mismo que se ha hecho con Pedroche. Debemos cumplir unos cánones y muchas veces no lo hacemos porque queramos, si no porque es lo normal. No eres más mujer por ir con falda y tacones ni menos por ir en pantalón y zapato bajo. Y es que las mismas personas que culpan a Pedroche por su forma de vestir son los mismos que no aceptan que cada mujer es libre de vestir como quiera, para salir a la calle o dar las campanadas delante de toda España. 

"No está hecha la miel para la boca del asno". No sabéis apreciar ni la belleza ni la inteligencia y eso os convierte en una panda de borregos sin remedio. 
Valemos sólo por el hecho de existir y brillaremos con o sin ropa.